El conocimiento y saber que decir conquista el temor

El infinito, para la mujer, es una idea tan natural como la de que el amor debe ser siempre y en toda circunstancia feliz. Una prostituta, dondequiera que se vuelve, tiene siempre y en todo momento ante sí el infinito y para llegar a él no precisa mas que dar un salto, un brinca fácil, femenino, muy diferente del masculino.

No te lo pienses más y ven a mi encuentro

Contemplar mi cuerpo es contemplar la obra de un escultor que hubiera deseado plasmar la femineidad y, al mismo tiempo, la más excitante naturalidad. Dejándome llevar por ella puedo proporcionarte un masaje erótico que te llevará hasta las puertas mismas del placer más intenso.

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No deberás programar un tiempo concreto en tu atareada vida para llevar esto a cabo. Sólo tienes que seguir estas sugerencias que te ayudarán a mantenerse despierto incluso mientras te deslizas mediante un atareado día.